Optar por una cubierta de piscina presenta numerosas ventajas. En primer lugar, proporciona una seguridad reforzada que evita accidentes o caídas, en especial para niños y mascotas. También ayuda a conservar la limpieza del agua ya que la protege contra la suciedad (hojas, insectos,…), lo que reduce el tiempo que dedica a los cuidados. Además, una cubierta contribuye a conservar el calor del agua y prolonga así la temporada de baño, reduciendo los costes de climatización. Por último, gracias a su diseño, aporta un valor añadido a su jardín y le permite disfrutar de su piscina haga el tiempo que haga, creando un espacio de descanso protegido de las inclemencias.